Y si lo hacéis, por favor, usad el transporte público.
Acordaos de que os voy a estar viendo si os portáis mal.

Conducid descansados y parad si tenéis síntomas de
sueño o cansancio. ¿O por qué creéis que he llegado
tarde este año? La seguridad es lo primero.

Recordad que es mejor llegar tarde que no llegar.
Lo sé por experiencia.

Conducir por zonas urbanas en Navidad puede ser muy
estresante, por eso debéis hacerlo como si yo os estuviese
viendo. ¡Tened mucho cuidado!

Aunque me veáis cruzar el cielo con mi trineo y queráis
hacerme una foto, no lo hagáis. Nada es más
importante que poner atención en la carretera.

No sabéis cuándo os puede sorprender la nieve, el hielo, la
lluvia o la niebla. Y si os sorprende solo tenéis que ir despacito
y con buena letra. ¡Ah! Y muy bien iluminados, como Rudolph.

Aseguraos antes de comenzar un recorrido de que neumáticos,
limpiaparabrisas, luces, y luneta térmica funcionan.

Yo siempre reviso el estado de mis renos antes de salir.

Del 23 de diciembre al 6 de enero es cuando más nos
desplazamos, incluido yo. Por eso debemos extremar más
las precauciones en carretera.